domingo, 13 de noviembre de 2011

"Más alla del dolor"...

Hacía solo 6 meses que Sicilia se había quedado sola con Marco...Tras un terrible accidente de moto, el padre de su hijo moría en un punto "negro" de la carretera.

Fueron 6 meses eternos, vacíos, tristes, cargados de recuerdos, ausencias, burocracia...Mirar al futuro era demasiado doloroso, el pasado se imponía en su día a día, como un lastre del que no había forma de librarse....

Marco solo tenía 3 años y aunque preguntaba de vez en cuando por papá, no notaba demasiado su ausencia , además su madre le mimaba y le abrazaba más que antes...

El curso empezó y Sicilia tuvo que llevar a Marco a su primer día de colegio. El resto de las parejas, acompañaban a sus hijos en el comienzo de su vida escolar, sin embargo, Sicilia permanecía sola, agarrando fuertemente la manita de Marco y sin ninguna gana de soltarlo... 

Con solo tres años, desprenderse de su hijo durante más de cinco horas se le hacía muy difícil.

Desde que Carlos murió se aferro a Marco como su única tabla de salvación y era la manera de soportar la perdida sin hundirse en la más profunda de las depresiones.

En la fila y con su uniforme azúl y rojo, Marco entró en la casita que sería su primera clase durante su primer curso escolar, Sicilia, levantó su mano para decirle adiós y Marco le lanzó un beso y una sonrisa! Estaba muy guapo, tenía el pelo negro rizado como ella y unos brillantes ojos verdes como Carlos.

Las lágrimas no le permitían casi ver la carretera, se sentía tan sola, sin Carlos y ahora...sin Marco!!!

-Solo son 5 horas y le recupero...solo 5 horas...5 horas...5...

La mañana pasó lentamente, Sicilia pudo hacer algunas cosas que tenía pendientes y que se había estado negando a hacer; guardar la ropa de verano, poner papeles al día, incluso fué a la peluquería y se alisó el pelo...

A las 4 de la tarde Marco la estaba esperando con una gran sonrisa, Sicilia le abrazó y le beso la carita, las manos, la tripita...él no paraba de reírse. Su profesor era un hombre mayor, seguramente, con mucha experiencia en enseñar, se presentó:

-Buenas tardes, soy Nacho, el profesor de Marco, es un niño muy despierto .

-Hola, muchas gracias. Es su primer colé y mi primer día sin él... y al menos para mi, ha sido difícil...¿Estuvo contento?

-Si, claro, ha participado en todos los juegos, ha cantado y ha comido de maravilla, se ve que es un niño feliz.

-Bueno... últimamente, hemos tenido dificultades y aunque he intentado que viviese ajeno, no se si lo habré conseguido...

-Los niños tienen una capacidad insólita para enfrentar dificultades, los adultos tardamos más en sobreponernos a los contratiempos.

-Cualquier cosa, que tenga que ver con el comportamiento de mi hijo en el colegio, por favor, hágamelo saber.

-Disponemos de una agenda, que es el canal de comunicación con los padres. Los niños la sacan a diario y tanto nosotros como ustedes, pueden anotar cualquier cosa que les parezca oportuno que sepamos aquí, y viceversa. Normalmente, los padres no vienen a traer o a recoger a los niños, hoy ha sido una excepción al ser el primer día de clase, normalmente vienen con "la ruta", los abuelos o una "tata"

-Yo vendré a traerlo y a recogerlo, de todos modos es una buena idea, si todos queremos hablar con usted a la vez, es difícil... la agenda es un buen recurso.

-Por favor, llámeme Nacho y "de tú", no soy tan mayor como aparento...

-Perdona, es la costumbre de "el respeto a la autoridad" del profesor que me metieron en "vena" en las monjas...

-Muy bien, pues estamos en contacto, encantado.

Sicilia, tomó en brazos a Marco y siguió achuchándole hasta el coche.
****
Carlos y Sicilia se conocieron en la filarmónica de Londres.
Ella tocaba el Violonchelo y Carlos era el el primer violín (concertino), con una carrera muy prometedora por delante. Se casaron al año escaso de conocerse y se trasladaron a España porque a Carlos le ofrecieron colaborar con la Sinfónica de Madrid, en el proyecto de "Orquesta Titular del Teatro Real". Sicilia, tomó una excedencia a partir del nacimiento de Marco y su vida era tranquila y feliz.

Una fatídica tarde de primavera, sonó el teléfono de casa. Sicilia jugaba con Marco en el jardín de una pequeña casa a las afueras de la ciudad, avisándole del accidente sufrido por Carlos y que le produjo una muerte instantánea.

Sicilia, fue arropada por la familia de Carlos, sus amigos e incluso recibió visitas de Italia; sus padres y algunos de sus hermanos la acompañaron en los primeros días después del sepelio, pero finalmente, cada uno volvió a sus quehaceres y Sicilia permaneció en Madrid, intentando sobrevivir sobre todo por Marco.

No tenía necesidades económicas porque tras la muerte de su marido y su seguro de vida , contaba con una sustanciosa pensión que le permitía vivir con holgura, pero se planteó volver a trabajar. Siempre la música había sido una tremenda terapia para ella en los momentos más difíciles de su vida, tal vez podría dar clases en casa a estudiantes, para poder adecuar el horario a las necesidades de su hijo.

El segundo día de colegio fue más fácil para ella y cuando volvió a casa, leyó la primera anotación de la agenda de Marco:

-Los martes de 15.00 a 16.00 h. tengo tutoría para los padres interesados en hablar sobre sus hijos. Les cito el próximo jueves, 2 de octubre a las 3 de la tarde en la secretaría del centro-

Sicilia, confirmó su asistencia a la cita.

Llegó puntual al colegio. Pasaron a un pequeño despacho, pero el profesor de Marco la invitó a sentarse a su lado en un pequeño sofá desde donde se veía el patio sembrado de carretillas rojas, palas rastrillos y todo tipo de juguetes infantiles.

Nacho tenía una mirada azul, transmitía serenidad, pero sus ojos mostraban un atisbo de tristeza...

La hora se pasó rápidamente, la campana que anunciaba la salida de las clases, casi les sobresaltó...
***

A partir de la primera reunión con el tutor de Marco, la comunicación entre Nacho y Sicilia se sucedió de forma fluida a través de la agenda escolar. Además de lo habitual sobre el comportamiento del niño y las actividades de clase, intercambiaban mensajes personales donde Sicilia fue contándole poco a poco la tragedia que había vivido recientemente.

Nacho le enviaba cada día palabras de ánimo, algunos retazos de poesías, imagenes, y algunas recomendaciones que podían ayudarla en estos momentos difíciles...

Pasado el primer mes de clases Nacho pidió de nuevo una cita de tutoría. Sicilia se preparó para el encuentro, porque aunque veía a diario al profesor cuando llevaba y recogía a su hijo, tan solo intercambiaban miradas y dos o tres palabras, ya que siempre había madres o cuidadoras interesadas en informarse del comportamiento de los niños en clase.

Se arregló con sumo cuidado y se perfumó con una deliciosa esencia de violetas. Hacía muchos meses que no se esmeraba tanto en dar una buena imagen, de camino al colegio se preguntaba que le estaba pasando. Después de 7 meses sin Carlos, empezaba a tener de nuevo ilusión por algo y eso en cierto modo le creaba una sensación controvertida, una mezcla de culpabilidad y de necesidad imperiosa de salir de la tristeza y la soledad en la que se había visto envuelta de la noche a la mañana...

Nacho la esperaba en la puerta de secretaría y la invitó a acompañarle a una pequeña cafetería que estaba enfrente del colegio. Desde el primer momento, Sicilia se sintió muy cómoda con Nacho, le entregó un libro: "Mas allá del dolor" del Dr. Martinez Vila, un prestigioso psiquiatra catalán y le contó que fue de gran ayuda para él, cuando perdió a su esposa y su hija...

Sicilia se quedó helada

Nacho le dijo que hacía tan solo dos años que su mujer había muerto en una complicación surgida en su embarazo y que su hija también murió en un parto prematuro. Una oleada de ternura inundó a Sicilia y guiada por un impulso, lo abrazó transmitiéndole toda la solidaridad que pudo y empezó a sentir que un hilo invisible les estaba anudando...
«El hombre no puede ser señor de nada, mientras teme la muerte
Al que ya no teme la muerte, todo le pertenece»
León Tolstoi
***

Nacho no era ni mucho menos tan mayor como aparentaba... no llegaba ni a los 40, pero había pasado por tiempos difíciles... Su pelo se había encanecido y había perdido gran parte de él, por lo que decidió "raparse" lo poco que le quedaba. Sus rasgos eran rotundos y sus ojos azules le suavizaban sus duras facciones. 

Vivía solo desde la muerte de su esposa, muy cerca del colegio. Aunque se tomo un año de excedencia tras la muerte de su familia, decidió volver a las clases al inicio del curso escolar, necesitaba salir de la soledad y volver a ver las sonrisas de los pequeños.

Siempre le gustó su profesión, no era habitual ver a un hombre dando clases a niños tan pequeños, pero él prefería los tres primeros cursos de infantil, ver la evolución de los bebés a "personitas" era un privilegio que le cautivaba.

Estudió magisterio musical. Tocaba el piano desde los 6 años. Cursó su carrera de piano y composición en el Conservatorio de Madrid, pero finalmente los niños pudieron más que la vida bohemia del músico...

No pensaba en grandes cambios en un futuro cercano, solo pretendía volver a la rutina, encontrar en el día a día un poco de paz, que sus ocupaciones llenaran el vacio de su soledad, pero Sicilia, había sido un soplo de aire fresco en su vida y desde luego...una sorpresa...

Ella estaba sufriendo ahora, lo que él había sufrido los últimos dos años. La entendía perfectamente, y quería ayudarla con desesperación aunque sabía que el duelo tiene sus etapas y que es preciso pasar por todas ellas...

Después de su cita con Sicilia y... su abrazo, regresó a casa y se sentó al piano después de más de dos años... Compuso una canción y al día siguiente en la agenda de Marco, le entregó la partitura a Sicilia, pidiéndole, que se aventurara a ponerle letra...Se le ocurrió que esa canción podría ser lo primero que "construyeran juntos..." la tituló:

"Será..."
***
Sicilia, recogió a Marco el viernes puntualmente a las 4 de la tarde.
Sonrió a Nacho cuando le entregó a su hijo, y susurró, un -"Hasta el lunes", -con un tono, de voz un tanto triste...
Nacho lo percibió y añadió:
-Vas a tener un fin de semana ocupado...te he mandado "deberes", no te olvides consultar la agenda...

De camino al coche, Sicilia descubrió la partitura, cogió a Marco en sus brazos y comenzó a bailar, el niño, se moría de risa, y estaba feliz, de ver a su madre tan contenta.
El sábado temprano, tomó la partitura y comenzó a interpretarla con su Violonchelo, tomó lápiz y papel y empezó a componer la letra de "Será":
.
Hazme un sitio en tu dolor
Déjame esta vez que sea yo
Quien cuide de ti.
Una historia sin final
Es la limosna que dejo el amor
Que acaba aquí.
Le han negado a un hombre sus certezas
Pero un nuevo viento llegará...
Y será: 
el tiempo de la luz
Espacio del amor
Deseado amanecer
Vendrá acariciándote con aromas del ayer
Vendrá, vendrá
Tu gran amor
Será, será.
Y será el tiempo de la luz
espacio del amor
deseado amanecer
Vendrá acariciándote con aromas del ayer
vendrá, vendrá
y será un universo azúl
infinito coral
dorado atardecer
Vendrá acariciándonos con aromas del ayer
vendrá y otro nuevo amor será
Y OTRO NUEVO AMOR, SERÁ, SERÁ...
El lunes, llegó al colegio con una gran sonrisa, entregó a Nacho la agenda, a su hijo, y un mp3 con “Será...”
***
Sicilia pasó toda la mañana agitada, se descubría de vez en cuando susurrando la canción "a medias" y con la sonrisa dibujada en su cara.

Las horas no pasaban...

¿Le habría gustado a Nacho la letra o, le habría decepcionado...? Pero... ¿Qué le estaba pasando? La sensación en el estómago le traía recuerdos...pero solo hacía 8 meses que Carlos había muerto, ¿Como era posible tener tan pronto ilusión? incluso...volver a sentirse atraída por otro hombre en tan poco tiempo...

La tristeza y la alegría la confundían...se intercalaban en diferentes momentos a lo largo del día . Pensaba en un futuro prometedor y lleno de esperanza para ellos tres y por otro lado le aterrorizaba que Nacho no quisiera... que se estuviera precipitando, que ella no hubiera despertado en Nacho unos sentimientos tan fuertes como los que ella estaba sintiendo.

Había hablado con él más profundamente que con nadie en apenas dos meses, pero tomó la decisión de intentar dar un paso más y cuando se dirigía a la salida de las clases, las piernas le temblaban, y repetía mentalmente una y otra vez el discurso que tenía preparado...

Nacho salió por fin y entregó a Marco a su madre, y mirándola , le devolvió el MP3, y le dijo:

-¿Podrías esperarme 10 minutos? Tenemos que hablar....
-Claro, yo también quiero hablar contigo...
Hacía frío, llovía y se encaminaron a tomar algo caliente.

-Sicilia, creo que hemos hecho juntos, la melodía y la letra más hermosa del mundo y quiero que pienses en la posibilidad de que pasemos más tiempo juntos. Mi hermano, tiene una pequeña casa en la sierra, si te apetece, podemos ir el próximo fin de semana con Marco. Ha nevado y seguro que lo pasamos bien.

-Podemos intentarlo...me siento muy a gusto contigo y Marco te adora!

-Pues entonces, ¡adelante! Vas a ver que rica me sale la fabada "LITORAL"...

Pasaron el resto de la tarde juntos y el viernes, Sicilia fue a recoger a sus dos "chicos" con todo preparado para la sierra.

Fue un fin de semana inolvidable: largos paseos, muñecos de nieve, comida "de lata", y chocolate caliente frente a la chimenea.

Las semanas pasaban con rapidez y la relación de Sicilia y Nacho se consolidaba...
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Todavía con una sonrisa dibujada en el rostro, el despertador empezó a sonar, Sicilia, fue a despertar a Marco, el niño, se desperezó rápidamente:

-Mamá mamá...hoy empieza el cole, hoy empieza el cole...vísteme, con la ropa nueva, voy a tener muchos amigos ¿verdad?

Sicilia, miró a su hijo con extrañeza, pero rápidamente entendió... entendió que TODO HABÍA SIDO UN SUEÑO, un sueño que necesitaba desesperadamente... Un "mecanismo de defensa" que su mente había creado para ahogar el dolor que sentía por la pérdida de Carlos y la inminente separación de su hijo durante unas pocas horas...

Era el primer día de clases y llegó al colegio aferrada fuertemente a la manita de Marco. Los padres acompañaban a sus hijos en el comienzo de su vida escolar.

Una voz le sobresaltó:

-¿Marco Ferrer Conti?

-Si, es mi hijo.

-Buenos días, me llamo Nacho, soy el profesor de Marco.

-Hola, Sicilia Conti, la madre de Marco

-¿Nos conocemos?, tengo la sensación como de un "déjà vue"...

-No no creo,- dijo Sicilia con una sonrisa, -al menos...- todavía no...




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