Por favor, no me juzgueis mal...
Ayer, en el vagón del metro en el que volvía a casa, entró un chaval.
Era guapo, joven y bien vestido. Se acercó a mi y al resto de las mujeres que viajábamos en el vagón y nos entregó un pequeño papel, escrito a mano :
Ayer, en el vagón del metro en el que volvía a casa, entró un chaval.
Era guapo, joven y bien vestido. Se acercó a mi y al resto de las mujeres que viajábamos en el vagón y nos entregó un pequeño papel, escrito a mano :
Sin excepción, todas sonreimos...y él volvió a pasar por nuestros asientos y con una sonrisa encantadora nos entregó otra nota:
Salió del vagón en la siguiente estación, con un puñadito de euros y unas cuantas chicas y señoras maduritas suspirando por él...
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