Dejaste sobre la mesita de noche tu libro de Tolkien, marcando la página 184, tu movil en silencio, el coche aparcado, tus ilusiones, citas, planes, metas...esperando.
Me duele el alma casi igual que hace siete años...
Espero a oír como se abre la puerta a media tarde, como llegas hasta mi, me abrazas, me cuentas como te ha ido el día y lo guapa que estoy. Pero ya no estoy guapa, estoy triste porque ya no estás, porque no me dió tiempo a decirte hasta luego, porque luego nunca llega... Solo tengo esperanza, al menos he podido recuperar eso, que entiendo, no es poco. Esperanza de volver a verte, de abrazarte, aunque no te diga nada, como en mis sueños, en esos sueños casi a diario en los que te materializas de nuevo y me sonries, en los que todavía nos queda tanto por hacer. Tengo esperanza de un día, que espero sea pronto en el que me reuna contigo, alla donde estés. Lamentablemente, ya solo vivo con esa esperanza, y con tu aroma, eso siempre está conmigo...
***
"Amor mío, si muero y tú no mueres,
no demos al dolor más territorio:
amor mío, si mueres y no muero,
no hay extensión como la que vivimos.
Polvo en el trigo, arena en las arenas
el tiempo, el agua errante, el viento vago
nos llevó como grano navegante.
Pudimos no encontrarnos en el tiempo.
Esta pradera en que nos encontramos,
oh pequeño infinito! devolvemos.
Pero este amor, amor, no ha terminado
y así como no tuvo nacimiento
no tiene muerte, es como un largo río,
sólo cambia de tierras y de labios."
Pablo Neruda.
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