El vuelo British Airways BA457/BA85 que salió de ayer, (o ¿era antes de ayer?)
desde Barajas, ha sido una de las pesadillas mas grandes de mi vida...
Me imagino la tortura de enfrentarme a quince horas de vuelo con su escala correspondiente en Heathrow, Londres, pero la imaginación en este caso, ha sido demasiado ingenua... retrasos, perdida de equipaje, frió polar en el avión... Pero ya estoy aquí, sin NADA que ponerme.
No se que día es ni que hora, me dormí enseguida por el agotamiento, pero me
desperté tres horas mas tarde y ya no he podido pegar ojo.
Tengo que corregir algunos detalles de este "mundo paralelo", para que sea un
poco mas cómodo... ajustar el tema de espacio/tiempo, para que el cuerpo no
se desgaste tanto.
Durante el "trayecto infernal" he conocido a un par de tipos interesantes.
En Madrid, se sentó a mi lado un atleta. Viajaba a Londres por asuntos de
trabajo. Las próximas Olimpiadas, en 2.012 se celebrarán en Londres, y no se
que rollo me contó de la presión atmosférica, la latitud y no se que más para
prepararse físicamente, ajustar su dieta y adecuarse de la mejor forma para
dar el 100% de sus posibilidades en la cita olímpica...
El mundo del deporte me queda muy lejos, y no me interesa lo mas mínimo,
pero veo dentro del atleta, a un tío muy asustado y ansioso, que si no gana
una medalla, todos consideraran que "la esperanza blanca", era un fiasco...
Nos intercambiamos, móviles, por si nos vemos algún día en Vancouver o por
si nos encontramos en dificultades, propias de "güiris"
En Londres, tengo la suerte de coincidir con un periodista de investigación. Es
un tipo muy joven para su edad (35 años); es un idealista con la obsesión de
ser el mejor del gremio; cree que con su reportaje sobre: "las mafias chinas en
el mundo", conseguirá el Pulitzer. Tiene el pelo largo y brillante un iPod
colgando del cuello, además de una cámara de fotos, su móvil y un collar
africano, botas del coronel tapioca y unos pantalones pasados de moda, pero
sin duda lo que me llama la atención de él, no es su aspecto, sino su idealismo
y lo bien que huele...
La primera impresión que saco de alguien al conocerle, no es por lo que
veo o escucho, sino por su olor, si me gusta su olor, puede que tengamos una
oportunidad, o puede que no... Me cuenta que esta separado, que no tiene hijos y que no entiende en absoluto a las mujeres, no me dice nada nuevo, yo tampoco las entiendo...
Dormimos, comemos, leemos, nos congelamos, hablamos, y nos desesperamos juntos.
Por fin el avión aterriza en el aeropuerto internacional de Vancouver, son las
21.00 hora local y -3º centígrados de temperatura. Vamos a recoger las
maletas, y a los cuarenta minutos, estoy delante de la cinta vacía...y sin equipaje...
Reclamo, me cuentan una milonga y tomo un taxi hasta mi hotel.
No se que día es ni que hora, me dormí enseguida por el agotamiento, pero me
desperté tres horas mas tarde y ya no he podido pegar ojo.
Tengo que corregir algunos detalles de este "mundo paralelo", para que sea un
poco mas cómodo... ajustar el tema de espacio/tiempo, para que el cuerpo no
se desgaste tanto.
Durante el "trayecto infernal" he conocido a un par de tipos interesantes.
En Madrid, se sentó a mi lado un atleta. Viajaba a Londres por asuntos de
trabajo. Las próximas Olimpiadas, en 2.012 se celebrarán en Londres, y no se
que rollo me contó de la presión atmosférica, la latitud y no se que más para
prepararse físicamente, ajustar su dieta y adecuarse de la mejor forma para
dar el 100% de sus posibilidades en la cita olímpica...
El mundo del deporte me queda muy lejos, y no me interesa lo mas mínimo,
pero veo dentro del atleta, a un tío muy asustado y ansioso, que si no gana
una medalla, todos consideraran que "la esperanza blanca", era un fiasco...
Nos intercambiamos, móviles, por si nos vemos algún día en Vancouver o por
si nos encontramos en dificultades, propias de "güiris"
En Londres, tengo la suerte de coincidir con un periodista de investigación. Es
un tipo muy joven para su edad (35 años); es un idealista con la obsesión de
ser el mejor del gremio; cree que con su reportaje sobre: "las mafias chinas en
el mundo", conseguirá el Pulitzer. Tiene el pelo largo y brillante un iPod
colgando del cuello, además de una cámara de fotos, su móvil y un collar
africano, botas del coronel tapioca y unos pantalones pasados de moda, pero
sin duda lo que me llama la atención de él, no es su aspecto, sino su idealismo
y lo bien que huele...
La primera impresión que saco de alguien al conocerle, no es por lo que
veo o escucho, sino por su olor, si me gusta su olor, puede que tengamos una
oportunidad, o puede que no... Me cuenta que esta separado, que no tiene hijos y que no entiende en absoluto a las mujeres, no me dice nada nuevo, yo tampoco las entiendo...
Dormimos, comemos, leemos, nos congelamos, hablamos, y nos desesperamos juntos.
Por fin el avión aterriza en el aeropuerto internacional de Vancouver, son las
21.00 hora local y -3º centígrados de temperatura. Vamos a recoger las
maletas, y a los cuarenta minutos, estoy delante de la cinta vacía...y sin equipaje...
Reclamo, me cuentan una milonga y tomo un taxi hasta mi hotel.
No tengo hambre, mas bien lo contrario, me doy una ducha y me meto en la
cama, completamente desnuda, no tengo NADA que ponerme. Siempre me ha
gustado meterme en las sabanas frías desnuda, a los 30 segundos empiezo a
sentir calor...y acabo durmiéndome.
Me he desvelado y tengo un < jet lag del demonio>. Pongo la tele, la quito,
tomo un zumo del mini bar ¡que sabe a rayos!, llaman a la puerta, ¿mi maleta?
me levanto y hago una de las cosas mas incomodas que en las películas
queda muy sexy, pero que en el mundo real se te ve el culo, y me enfundo en el
edredón para abrir la puerta. No es mi maleta... es el periodista que conocí en el
avión:
-Perdona que te moleste a estas horas, pero desde que he llegado a este país/nevera, ¡todo ha
sido un despropósito...!. He llegado al hotel y mi reserva es para mañana, mi
secretaria no contó con el cambio horario... llevo horas buscando tu hotel, y tu
móvil está apagado...
-Mi maleta no ha llegado, y dentro está el cargador del móvil y... mis bragas... , así
que estoy casi peor que tú.
-Al menos tienes una cama, fuera hace -6º
-Perdona, pero no me siento muy cómoda enrollada en un edredón delante de
un tío que acabo de conocer.
-Claro, lo entiendo, se me ocurre que quizás te sientas mejor si te lo quitas....
-¿Algo más?, si te parece, te hago la danza del vientre para romper "el hielo..."
-Pues no es mala idea...
-¿Qué hora es?
-Son las 3 de la mañana aquí y las 12 de la mañana en España.
-Te sugiero que te des una ducha y me dejes algo de tu ropa y salgamos a
comer algo.
-¿A las tres de la mañana?, ¿Estás segura que no prefieres que nos metamos en la cama?
-Es cierto lo que me decías en el avión, no entiendes en absoluto a las
mujeres... Para acostarte conmigo, tienes que currártelo un poquito mas,
mi querido y torpe "periodista de investigación..."
-Muy pocas mujeres y pocas veces, -o ninguna- me han abierto la puerta envueltas en un edredón... pero nunca se sabe cuándo te espera un golpe de suerte...
-Pues cariño, tu suerte debe estar con mi maleta...
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