lunes, 4 de julio de 2011

"Como un cuadro de Dalí..." (Ya quisiera yo...)

Después de 36 horas de guardia, llegué a casa absolutamente agotada.

Me metí en la cama después de tomar una tostada con Nocilla y ponerme la camiseta XXXL de la última gira de Maná.

Cuando sonó el busca había pasado solo una hora, ¡no podía creerlo!

Llamé al hospital y me informaron que había tenido lugar "un tráfico" y que un "varón de 30 años" tenía su masa encéfálica sobre la mesa del quirófano, ¿esperándome? (últimamente, solo varones con el cerebro destrozado, tenían citas conmigo...?)

Cogí la moto para que el frío aire de la noche madrileña, me devolviera a la realidad y llegase lo suficientemente despierta para operar...

Cuando llegué el varón de 30 años estaba anestesiado. Los hemisferios cerebrales habían logrado la independencia total...

Al introducir el bisturí en la parte posterior del lóbulo occipital, tropecé con una pieza dura, ¡algo insólito!:

un cubo de Rubick, perfectamente resuelto.

Tras depositarlo en una bandeja de metal, proseguí y al llegar al diencéfalo, -parte interna central de los hemisferios cerebrales-, empezó a surgir la cabeza de una mujer vestida de
ángel que como una exhalación, salió y se introdujo en el oído izquierdo del anestesista, y de inmediato empezó a recitar poesía.

En la zona medial del hipotálamo encontré una pequeña cascada de palabras:

Miles de palabras en inglés, otras en francés e incluso una especie de catarata
de palabras en gaélico,
que  se esparcieron por toda la habitación...

Enfermeras, auxiliares y cirujanos, comenzaron a comunicarse en los diferentes idiomas. El quirófano, se convirtió en una especie de ¿Babel?

Cuando intente acceder a la médula espinal que se encontraba casi seccionada en su totalidad, sentí una especie de calambre en la mano izquierda: el líquido encefaloraquídeo traspasó mi guante de latex y sentí , un valor extremo, una ilusión incontenible que se apoderaba de mi, ¡me sentí capaz de alcanzar el cielo con las manos...!

De repente, el corazón del varón de 30 años se paró, dejando en el equipo médico de neurocirugía del Hospital Clínico de Madrid,

 toda su herencia...

1 comentario:

  1. Wau!!! Creo que ni Salvador Dalí tuvo tal inspiración durante su vida artística... aunque sí fue un perfecto sub-realista. Ahora quisiera saber que te pasa por la mente para obtener tal inspiración... Todo un quirófano ahogado en el dulce licor tu imaginación... jaja! Que buen trabajo.

    ResponderEliminar