Querido amor:Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales...Miguel Delibes.
Nunca pensé que esto podría pasarme a mi. Siempre son otros los que pierden a sus seres queridos, pero:
¿Por qué yo, por qué a mi?
¡Hasta que la muerte nos separe!
Estas horribles palabras suenan en mi cabeza una y otra vez, me machacan, me matan. ¿por qué ha tenido que cumplirse ésta maldita sentencia?El cincuenta por ciento de mis compañeros se han separado en los últimos dos años. No quieren ni verse, pero yo a ti te amaba, te idolatraba, dependía de ti para vivir cada día, eras mi complemento perfecto, mi razón de vivir. ¡Cuánto lamento el no haberte dicho una y mil veces que te amaba, que te amaba más que a mi vida! ¡Cuánto lamento no haber pasado contigo más tiempo y utilizar las horas muertas en ver partidos por la tele, jugar con la Play, salir con mis amigos moteros de marcha...! y ahora; ¡ no quiero hacer nada.!
Me sobran las horas, los días, la moto, la
consola, y la vida.
Marta y Daniel vinieron ésta tarde a casa, dicen que para animarme pero vinieron solo a pasarme por los morros que ellos están juntos, que les va bien, incluso me han anunciado que van a tener un bebé. ¿Por qué me negué a que tú y yo tuvieramos un hijo? ¿Demasiado jóvenes para ser padres? No, demasiado joven para morir ¿Por que has muerto? ¿Por qué me has dejado?
Por favor, perdóname, por favor, ¡vuelve!
Toma
todo mi tiempo, tengamos un hijo, tiremos por el balcón todo lo que nos
robe tiempo para estar juntos, besémonos durante toda la noche,
¡cuantos besos no te he dado! ¡cómo hecho de menos tu piel, tu olor, tu
risa, tus caricias, tu pelo...
No me resigno, no puedo.
Odio estar solo.
Llévame contigo
Bueno, como decía (he escrito un comentario y no aparece) el problema de las ausencias o las pérdidas definitivas es que sólo conocemos los sentimientos de una de las partes, entiendo que este argumento -por obvio- tiene poca consistencia, pero la verdad es que lo que me parece absurdo es que cuando perdemos a alguien andemos dándole vueltas a lo que deberíamos haber hecho, a aquello que decía la canción, de lo que pudo haber sido y no fue.
ResponderEliminarBuen finde.
Querido Manuel; En este caso,: ¡si sabemos cómo siente -la otra parte-! ya que en Carta de amor I, la "amada" pierde la vida en un accidente y arranca la historia de las cartas...
ResponderEliminarEs inevitable cuándo perdemos algo o alguién, lamentarnos de no haber aprovechado más el tiempo... lamentablemente todos vivimos como si fuesemos eternos en esta tierra, y aunque en el fondo, sabemos que no... solemos dejar para mañana demasiadas cosas sin hacer y sin decir... ¡dime que no!
Por eso, no esperaré a mañana a decirte que agradezco tus visitas, tus comentarios y doy gracias por haberte conocido aunque solo sea "virtualmente"...
Un abrazo liviano...