lunes, 14 de diciembre de 2015

Vomitando...

Mi primer contacto con los blog fue en enero de 2008. Muy pocas veces he ido a mi blog a vomitar ni a buscar polémica.

Vivir soñando surgió de la necesidad de escribir esos sueños que rondan por mi cabeza y muy pocas veces he contado la realidad, y menos la realidad de mi vida, entre otras cosas, porque no es interesante; mi vida no da vértigo ni va contracorriente...

Hoy si he sentido la necesidad de ir a un "sitio amigo" y aunque público, no muy transitado, y pegar un par de voces, sabiendo que no muchos van a tener que aguantar mi rabieta.

Hoy, viendo un programa de "entretenimiento", han dicho una frase que me ha removido; algo que se dice habitualmente pero que de pronto, he hecho mio:

-A ti ahora, te toca recoger lo que has sembrado...

Este año que está a punto de terminar, ha sido difícil, probablente de los más difíciles a nivel emocional de mi vida y sinceramente y por muy "amante" que yo sea de las -citas y los refranes- éste, desde luego, no se ha cumplido en mi vida.

Puede que quién me lea, crea que por lo que voy a decir ahora soy muy poco humilde y tremendamente vanidosa (si yo lo leyera de alguien es exactamente lo que pensaría...) pero yo que me conozco bien, (no me queda más remedio porque llevo viviendo conmigo toda la vida), solo puedo decir que me ENCANTARÍA tener una amiga como yo, una madre, una hija, o una hermana.

Llevo toda la vida intentando agradar, ayudar, no disgustar, alimentar, solidarizarme, y amar a todo el que la vida me ha puesto cerca. He sembrado, he sembrado, he sembrado... y este año, ha sido el año de "mi cosecha" y he recogido: decepción, indiferencia, disgustos (probablemente el mas grande de mi vida...) y distancia con los que llevo toda la vida ayudando.

Decepcionante, triste y real.

Y ¿ahora? ¿qué? Pues imagino que esta realidad, me hará replantearme que voy a hacer el resto de mi vida.
Si fuera un poco lista, aprendería la lección y empezaría a montar a mi alrededor una muralla para protegerme, pero eso significaría dejar de ser yo.

Yo me gusto. Me gusta ser generosa, detallista, anfitriona. Me gusta ayudar a la gente, acompañarla, cuidarla y a pesar de la somanta de palos de este odioso 2015, creo que paso de renunciar a la persona que soy; perdería mi encanto, mi esencia, mi personalidad, así que toca, lamerse las heridas y tirar adelante.

Bueno, parece que dando un par de gritos, me siento mejor. Supongo que cuando se me pase el calentón, borraré este post, pero... parece que has llegado a tiempo.