martes, 8 de mayo de 2012

Necesidad...

Hay días en que de pronto me atenaza una tremenda necesidad de escribir. Es como cuándo te entran unas ganas terribles de comer o tienes mucha sed incluso es como cuándo no puedes controlar el sueño, los ojos se cierran y tu luchas por permanecer despierto pero no puedes y finalmente te vence.

Pues eso me pasa hoy. No hay nada claro en mi cabeza sobre lo que escribir pero lo necesito. Necesito el vértigo en el estómago de la hoja en blanco, necesito que alguien ponga los ojos encima de lo que escribo aunque me juzgue: ¡me da igual! es como quién tiene que prostituirse porque no le queda más remedio...

Yo si tendría alternativa, simplemente, podría no acudir al folio en blanco y coger un bolígrafo o no abrir el ordenador por mi blog de espiral virtual, callarme, dejar los dedos quietos, no escribir, no ofender, no manchar.

Pero hoy lo necesito y aquí estoy, para no contar nada, para solo demostrarme a mi misma que todavía se mover los dedos rápidamente por el teclado, que se juntar palabras aunque no signifiquen mucho unas con otras.

Hoy me siento una especie de terrorista literaria: caiga quién caiga, tengo que matar el blanco, impregnarlo de tinta negra y romper el equilibrio y el poco prestigio que me queda como escritora.

No quiero escribir nada de lo que esta pasando, ni siquiera quiero que lo que estás leyendo te resulte bonito interesante o divertido, lo único que necesito es vomitar, si, ¡eso necesito!: vomitar un texto y así calmar esta necesidad de escribir.