martes, 15 de noviembre de 2011

Un "guiño" para Miguel Delibes, con cariño, y mucho respeto.



"Cinco horas con Mario" 
Es una novela de Delibes publicada en 1.966 
y se basa principalmente en el monólogo de 
Carmen Sotillos, "Menchu", la esposa de Mario 
que acaba de fallecer y que durante su velatorio 
hace un recorrido por su vida en común.
Cada capítulo comienza con una cita  
que Menchu lee en La Biblia subrayada de su marido.

"y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."Juan 8.32

Era una sensación curiosa cuando empezó, pero luego consiguió asfixiarme.
Al principio sentía un vago estado de conciencia, pero a medida que pasaban los minutos podía ver y oír a la perfección todo lo que estaba sucediendo a mí alrededor y no daba crédito cuando el incompetente de Luis, el médico, certificó mi defunción.
Total, porque estaba un poco pálido y el pulso me marchaba lento, además nunca tuve la mirada muy vivaz , (salvo en las contadas ocasiones que el abundante pecho de Menchu se balanceaba intentando llamar mi atención...)
"Tus dos pechos, como gemelos de gacela, 
que se apacientan entre lirios." Cantar de los Cantares 4.5
Pero no podía traicionarme a mí mismo, ¡NO! después de toda una vida intentando vivir en "el Espíritu" más que en "la carne"y aunque Menchu se tomara a mal mi aparente indiferencia en la noche de bodas. Era una cuestión de principios, un ejercicio de contención a "los deseos de la carne", a los que no estaba dispuesto a sucumbir...
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis." Gálatas 5.16-17
Lo más difícil de la CATALEPSIA no ha sido la incomodidad de la rigidez ni de pasar tantas horas en la misma posición, ni siquiera soportar el picor en la entrepierna, sino aguantar tantas horas a Menchu -zuñe que zuñe- con reproches, quejas y más quejas sobre esto y aquello...
¡Madre mía, qué mujer tan cansina!
¡Y la que ha cogido con el coche!
¡Parece que era lo único que le importaba en esta vida!

Pero ella ya sabía de mis principios de austeridad y mis gustos proletarios. No estaba dispuesto a soportar los inconvenientes y derroches de tener un vehículo, la bicicleta era para mi un medio de transporte ideal, económico, y que encajaba perfectamente con mi perfil de "idealista- progresista" aunque ella me tachara constantemente de -poco práctico-, además si el coche era lo más importante para ella que se hubiera casado con "su Paco y con su coche" tan curtido él, con sus canitas que parecía un actor, su gran vozarrón, su ancha espalda, tan varonil, tan trabajador, con esos ojitos "verde extraño", entre de agua de piscina y de gato...
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" Mateo 6.33
Ha sido un auténtico infierno ver los "paripés" de los amigos y de la familia,
¡que exageraos!
si no me han apreciado en la vida y vienen a llorar mi "aparente muerte"
Daba penita ver a mis hermanos, sobre todo a Charo, tan feílla ella, menos mal que mi hermano Jose María (el más guapo de los tres, añadía un interesante toque de color y belleza a ésta insoportable situación, sobre todo por sus preciosos ojos verdes con el borde amarillo que le daban ese aspecto tan felino...), y menos mal que mi hermano Elviro, -que en paz descanse-, no estaba para avergonzarse del escándalo que su "señora esposa" ha organizado al verme muerto, bueno...
casi muerto...
no hubiera podido aguantar ese espectáculo, él, que hasta un golpe de viento parecía que le fuera a tronchar, tan encorvadito y miope. Formaban una extraña pareja, él tan frágil y ella tan"marimacho" y con tantas ganitas de aparentar.
Los que si me han dado pena han sido mis hijos: Mario, Menchu, Álvaro, Borja y Aránzazu, ahora les queda aguantar a su madre, aunque ellos no tienen ni mucho menos, la misma adoración ciega por ella que -mi santa esposa-, le tenía a "su mamá", tan señorona, y elegante, con esas ideas tan retrógradas de que a las chicas les bastaba saber pisar, mirar y sonreír  para triunfar en la vida y con ese ojo clínico capaz de catalogar a cualquier individuo. ¡Pobrecillos! No les arriendo las ganancias...
Honra a tu padre y a tu madre" Deuteronomio 5.16
Ahora apremiaba pensar con rapidez como salir de ese "traje de madera" antes de que fuera demasiado tarde, pero sin que nadie se percatara... Desaparecer para siempre, irse lejos y podría hacer muchos de sus sueños realidad sin la pesada carga de aguantar a su familia, aunque desde luego echaría de menos las charlas y debates con sus amigos: Mogano, Arastegui, Higinio Oryazum y Don Nicolás, y tal vez nunca podría ver llevados a cabo sus cambios en la estructuración de la sociedad, para terminar con la pobreza.
"Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo:Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz." Marcos 10.21
 No había tiempo que perder...además, parece que la mano derecha empezaba a responderle justo en el momento que la tapa del ataúd se cernía sobre él...
Cuando el féretro entró en el coche, ya había recuperado la movilidad en las piernas. Después de unas cuantas flexiones en las extremidades, ya tenía la fuerza para destapar la caja de pino, así que si aprovechaba el primer semáforo en verde...
Comenzaría el resto de su vida y... de su ansiada libertad...

"Porque el que ha muerto, queda libre de pecado..." Romanos 6.7

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